miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿El post natal es un período de relajo?

Ha pasado mucho tiempo desde mi último post, y principalmente lo atribuyo a que me vi envuelta en un vaivén de cuestionamientos, culpas, presiones, en fin, pero creo que iré poco a poco resumiendo mis vivencias, enfocándome en esta publicación en una en particular: la asociación del post natal con descanso o tranquilidad.

Las personas que nunca se han hecho cargo de una familia, creen que el estar en casa es más relajado que estar en un trabajo externo, que el período de post natal son vacaciones financiadas por el Estado, etc, sin embargo, están completamente equivocados, pues el hecho de que uno esté dentro de un lugar físico denominado casa o departamento no significa que en su interior no tengas que realizar múltiples actividades o labores, es mas, ese trabajo suele ser constante y no tiene horario ni días libres, como explicaré más adelante.

En un hogar las ocupaciones son infinitas y las necesidades diferentes, por eso cuando te encuentras con post natal donde se supone que tu único deber es alimentar y cuidar de tu bebé el agotamiento se hace extremo, puesto que no solamente terminas ocupándote de tu bebé (que ya es harto trabajo), sino que acabas atendiendo a todas las personas que integran tu grupo familiar en todos los ámbitos de sus vidas. Porque ya no sólo te dedicas a lavar, planchar, cocinar, asear la casa, por decirlo, sino que eres la persona a cargo de las cuentas, de los arreglos, de realizar los trámites que sean necesarios (incluso de personas ajenas a la familia, porque como se supone que una tiene todo el tiempo del mundo), sino que también te preocupas de las actividades escolares y recreativas de tus otros hijos, de que tu marido se desarrolle en todas las esferas de su persona, pasas de enfermera, psicóloga, niñera, educadora en forma sucesiva e incluso, paralelamente.  

Sumado a lo anterior, en un hogar las labores no terminan; acá no es como en tu trabajo asalariado, donde puedes redactar un informe, enviárselo a tu jefe para que el cliente lo use para consulta, no, en la casa todos los días las cosas se hacen u deshacen y como hasta tu núcleo familiar cree que te sobra el tiempo, da igual si dejamos el chaleco en el suelo, la loza sucia, las toallas mojadas en la cama o si uno de tus pequeños llena de hipoglós el sillón (me ha pasado), porque ahí partes tú a corregir dichos pequeños errores que terminan ocupando tu día completo (y disminuyendo el tiempo que tu bebé tiene para compartir contigo). 

Ejemplos hay muchos, situaciones miles, pero debemos agregar algo más a la cotidianeidad de una puérpera promedio, el pago del post natal suele ser un poco o incluso considerablemente inferior a nuestro sueldo líquido normal, por lo que no son pocas las mujeres que aparte de todas las labores en su hogar tienen que ingeniárselas de una u otra forma para complementar ese sueldo. Incluso es más, la gran mayoría de las mujeres que no tienen un empleo fijo, trabajan sin descanso en sus hogares, en un negocio propio o realizando algún oficio, por lo que, la carga física y mental se incrementa enormemente. 

Antes de calificar una situación, vívanla, sino pueden, empaticen o por último no digan nada, pero por favor no generen una presión extra en nosotras, suficiente con tener que hacernos cargo de nuestras vidas y la de otros seres como para más encima tener que hacernos cargo de lo que piensan.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

El último mes del post natal

Este úlimo periodo ha sido de altos y bajos, el 24 de julio al fin me titulé de abogada y estaba feliz, muy feliz; sin embargo, cuando mis amigos y cercanos me comenzaron a recordar que ya quedaba poco más de un mes para volver a trabajar (28 de agosto, específicamente), el mundo se me vino abajo. 

Tengo la experiencia del reingreso laboral junto a mi hijo mayor; sin embargo, todos los casos son distintos y no se qué circunstancias rodearon este post natal en particular pero lo siento más intensdo que el primero, en todo sentido. Quizás influyeron factores como el hecho de tener que compartir y distribuir mis labores entre los dos niños, la circunstancia de que ya no tenía que estudiar para mi examen de grado porque ya lo había dado y la tesis estaba ok lo que claramente me permitía un regaloneo más continuo con Gabriel, el hecho de que sabía de los errores que había cometido anteriormente y no los estaba repitiendo en este período, la verdad es que aún no lo tengo claro pero no me sentía (ni me siento), preparada para dejarlo. 

La agonía como señalaba,. partió un mes antes, porque el universo conspira en contra de tu descanso, de tu desconexión, del paralelismo que vives y algo pasa pero de la nada...terminas aterrizando, te das cuenta que hay muchas cosas que no hiciste, que hay mucho tiempo que disfrutar, que hay muchas cosas por hacer, que no quieres dejar a tu bebé. 

La verdad es que hasta el momento no lo asumo, me cuesta pensar en retornar al trabajo y tener que dejar a mi hijo a cargo de un tercero; preferiría que mi marido se quedara con él, compatbilizando un post natal propio de un país desarrollado pero no, estamos en Chile y las condiciones son mejores, pero no suficientes. El mundo laboral regular es totalmente incompatible con la maternidad: el transporte público que genera que desplazamientos de media hora puedan ser de 1 hora promedio , las extensas jornadas de trabajo, la falta de emparía de algunos superiores que no conciben que una tenga que pedir permiso para ir a ver una obra al Jardín del pequeño o llevarlo al Pediatra, la falta de salas de amamantamiento y la forma de ejecución del trabajo pensado en tiempo más que en productividad, sólo motivan decisiones pro laborales por un tema financiero, más que por un asunto de convicción o compromiso con el lugar donde desarrollar tu aporte a la sociedad. 

Los pensamientos van y vienen a mi mente, aveces no se si renunciar, otras veces no se si seguir y tirar para adelante tratando de cambiar desde adentro algunas circunstancias que considero poco favorables para nosotras, aveces quisiera ver otras opciones, no se, creo que el agobio de este último período es alarmante, las preguntas, las resoluciones que debemos tomar, la mezcla de decisiones afectivas y prácticas generan confusión y mucha preocupación en nosotras, sin contar que en mundo de 30, cada vez más reacio a formar familia la competencia en el mundo laboral se vuelve brutal y el hecho de tener hijos ( y pequeños) se convierte en un filtro natural para muchas instituciones, lo que nos acota las posibilidades de cambio (en los casos que estemos pensando en ello). 

No tengo actualmente muy claro el panorama, todos los días despierto con una idea diferente lo que hace que más difícil el retorno; sin embargo, si algo puedo concluir es que el tiempo pasa volando y los primeros meses son esenciales para la formación de la personalidad, de la seguridad y el apego del bebé así que aprovechemos lo más que podamos la compañía de ellos y que las decisiones laborales o económicas sean tomadas en el último momento. 

No permitamos que este tipo de situaciones afecte nuestro descanso, nuestra labor de madres, nuestro tiempo con nuestros hijos. 








Calculo del subsidio maternal especial, cuando estas cesante, Parte II.

Lo prometido es deuda, y no hay plazo que no se cumpla. Vengo a explicar lo difícil del calculo del subsidio maternal cuando estas cesa...